Los primeros relevamientos privados de junio apuntan a una inflación cercana al 2%, marcando una aceleración frente al 1.5% oficial de mayo. El repunte responde principalmente a tres factores: ajustes en servicios públicos (gas y electricidad), recuperación de precios en combustibles y fin del efecto distorsivo del Hot Sale que había contenido parcialmente los valores en meses anteriores.

Detalles del incremento:

• Alimentos y bebidas: Suba del 1.4% (versus 0.3% en mayo), con mayor presión en panificados, lácteos y bebidas.

• Servicios regulados: Aumentos en transporte público y vivienda (por ajustes tarifarios).

• Combustibles: Moderado repunte tras la baja de mayo, aunque con diferencias entre empresas (YPF mantuvo precios).

Consultoras como C&T y Equilibra coincidieron en que los regulados "pusieron un piso" a la inflación general. Aldo Abram (Libertad y Progreso) explicó que mayo había sido atípico por anticipaciones cambiarias: "Empresarios subieron precios en abril ante expectativas de devaluación, luego los bajaron en mayo, y ahora junio refleja valores más alineados con la realidad monetaria".

Perspectivas:
Analistas proyectan que julio mantendría una inflación cercana al 2%, condicionada por:

1. El peso de las tarifas públicas

2. Comportamiento de alimentos frescos

3. Ritmo del ajuste fiscal

Claudio Caprarulo (Analytica) anticipó: "Los regulados seguirán presionando, aunque sin shocks abruptos". El mercado espera que el segundo semestre muestre una desaceleración gradual, pero advierten que el proceso dependerá críticamente de la política tarifaria y la evolución del tipo de cambio.