El sector panadero de Tucumán enfrenta un año crítico por los constantes aumentos en insumos clave y una marcada caída en el consumo. Pablo Albertus, presidente del Centro de Industriales Panaderos local, confirmó a LV12 que la semana próxima habrá un nuevo ajuste de precios del 5% al 8%, lo que llevaría el kilo de pan a un rango de $3.000 a $3.300. "Las materias grasas y la margarina subieron 120% por la baja faena, y los servicios también impactan en los costos", explicó.

Albertus detalló que el consumo se derrumbó un 25% en lo que va del año, con un desplome del 12% solo en las ventas por el Día del Padre. "Fue un día más, sin movimiento. La gente no llega a fin de mes", lamentó. La crisis ya provocó el cierre de 30 a 35 panaderías en la provincia, sumándose a unas 1.000 a nivel nacional entre abril y mayo, según datos del sector.

El dirigente mencionó que los aumentos salariales pactados en paritarias hace dos meses agravan la situación para las pymes del rubro. A esto se suma la competencia de negocios informales, que operan sin cargas impositivas. "Tratamos de seguir peleándola, pero cada ajuste aleja más a los clientes", admitió.

Con una inflación que no da tregua y costos logísticos en alza, las panaderías tucumanas enfrentan un escenario de supervivencia. Albertus advirtió que, sin medidas de alivio, los cierres y despidos podrían acelerarse en el segundo semestre. Mientras, los consumidores preparan sus bolsillos para otra suba en un producto básico de la canasta familiar.