El ministro de Economía, Luis Caputo, prepara una reestructuración del INTA y el INTI que transferirá su administración a su cartera, eliminando su autonomía financiera y operativa. Según fuentes oficiales, el INTA quedará bajo la órbita del área de Producción, mientras el INTI se convertirá en una dirección dentro de la Secretaría de Industria. La medida, que se oficializará por decreto, forma parte del plan de reducción del Estado impulsado por el Gobierno.

El cambio generó roces con el Ministerio de Desregulación, liderado por Federico Sturzenegger, que buscaba una reforma más drástica de estos organismos. El conflicto central es el control de los recursos: el INTA maneja un presupuesto de $244.000 millones (según Economía) o $400.000 millones (según Desregulación), financiado con impuestos a las importaciones. El Gobierno ahora podrá redirigir esos fondos al Tesoro, limitando su uso autónomo.

El proceso se implementará en etapas. En el INTA, ya se redujeron direcciones nacionales y se modificará su consejo directivo para darle al Ejecutivo mayoría en votaciones clave. En el INTI, que destina el 72% de su presupuesto a salarios, la renuncia de autoridades anticipó tensiones por los ajustes. Sturzenegger insiste en eliminar "duplicaciones burocráticas", pero gremios alertan sobre posibles despidos.

La reforma refleja la puja entre eficiencia y autonomía técnica. Mientras Economía prioriza el control presupuestario, sectores productivos y científicos observan con preocupación el impacto en la innovación. El Gobierno defiende que la centralización reducirá gastos, pero deberá demostrar que no afectará servicios críticos para el agro y la industria.