El gobernador Osvaldo Jaldo anunció este martes un criterio restrictivo para los nombramientos en el Poder Judicial de Tucumán, al señalar que solo avalará designaciones que respondan a "necesidades de servicio" y no a la mera existencia de vacantes. "No firmaré la designación de un juez que no justifique mejorar la atención ciudadana", afirmó en conferencia de prensa, tras reunirse con el presidente de la Corte, Daniel Leiva, y los ministros Edmundo Jiménez y Washington Navarro Dávila.

Jaldo explicó que evalúa junto a las autoridades judiciales qué cargos son "indispensables", considerando no solo las vacantes sino también los costos presupuestarios que implican. "Hay que priorizar juzgados sensibles como los de Familia, pero no nombraremos 50 jueces de golpe", subrayó, en alusión a posibles pedidos de cubrir plazas en bloque. El mandatario vinculó la medida al contexto financiero ajustado que atraviesa la provincia.

La postura del gobernador se extiende al sector público: aunque admitió que el Poder Ejecutivo tiene más de 6.000 vacantes —por jubilaciones y retiros voluntarios—, descartó llenarlas automáticamente. "No por haber vacantes haré 5.000 nombramientos. Si el Ejecutivo se esfuerza en austeridad, todos deben hacerlo", remarcó, en un mensaje dirigido a los otros poderes.

El anuncio refleja la estrategia de Jaldo para contener el gasto público, aunque podría generar tensiones con el Poder Judicial, que históricamente reclama más recursos. El gobernador insistió en que las designaciones se analizarán "caso por caso", evaluando infraestructura disponible y rendimiento institucional. "No es solo nombrar jueces; hay que ver qué hay detrás de cada puesto", concluyó.