La jornada estuvo encabezada por el vicegobernador Miguel Acevedo, el legislador Gabriel Yedlin y contó con la participación de Andy Blake, Silvia Papachudo, Natalia Fuenzalida y Marina Charpentier, madre de Chano, el cantante de Tan Biónica.

Romano Norri remarcó que durante mucho tiempo se había minimizado el impacto de factores sociales y económicos sobre la salud mental, enfocándose erróneamente solo en los aspectos individuales. Sin embargo, a partir de los avances científicos y el trabajo conjunto entre el Estado y los profesionales de la salud, se ha logrado un consenso internacional sobre la importancia de tratar la salud mental como un derecho y como una prioridad de salud pública.

Citando a la Organización Mundial de la Salud (OMS), Romano Norri recordó que los Estados tienen la responsabilidad de asistir a las personas afectadas por trastornos mentales en diversos entornos, como las escuelas, los lugares de trabajo y las comunidades. En este sentido, el legislador destacó la importancia de la prevención, haciendo hincapié en que la incertidumbre económica y la preocupación por la pérdida del empleo generan un estrés permanente, lo que puede desembocar en problemas de salud mental si no se brinda un apoyo adecuado.

Uno de los puntos más impactantes de su discurso fue la referencia a la alarmante cifra de suicidios, especialmente entre los jóvenes. Según datos de la OMS, en 2021 los suicidios fueron la tercera causa de muerte en personas de 15 a 29 años. El parlamentario abogó por un enfoque preventivo, destacando la necesidad de fortalecer el sistema educativo como un espacio clave para brindar contención emocional y para desestigmatizar las enfermedades mentales. En particular, mencionó la relevancia de las campañas contra el acoso escolar y la promoción de la inteligencia emocional entre estudiantes y docentes.

Además, el legislador señaló que la pobreza y la violencia son factores que incrementan la vulnerabilidad de las personas a desarrollar trastornos mentales. La falta de acceso a servicios de salud y a oportunidades educativas y laborales, sumada a la exposición a ambientes violentos, aumenta la desigualdad social y debilita el tejido social, lo que agrava aún más la situación. "Una sociedad expuesta a diversas amenazas no puede desarrollarse plenamente. Esto crea una fractura social y mina la empatía entre sus miembros", expresó Romano Norri.

Finalmente, el legislador cerró su discurso con un llamado a la acción, afirmando que la inversión en salud mental es un acto de justicia social. Subrayó la necesidad de garantizar un acceso gratuito y equitativo a los servicios de salud mental, especialmente para las personas en situaciones de vulnerabilidad, a fin de promover su integración plena en la sociedad.